Y la luna, descendió desde
lo alto
sembrada de poesía
mientras me estaba mirando.
Entonces… aquel encanto surgió
y la noche se moría
mientras me estaba besando.
Me estrechó entre sus brazos
y yo, me dejé llevar…
Como se dejan las olas
que las acune el mar.
En
cada beso,
aromas
de dulzura
derramaba
sin saberlo,
la emoción me seducía
mientras con delicadeza vertía
caricias
sobre mi pelo.
De la mano paseamos
por el jardín de los sueños.
por el jardín de los sueños.
En cada beso que me daba,
el alma se me escapaba
y me fui dejando querer.
Fue, una sola vez…
En noche de luna inmensa,
en
ella, al unísonos nos miraron,
fue
noche de enamorados
dibujadora
de estrellas,
ideal,
para ese sueño ilimitado
que
ojeas de perfil,
desde
donde se mira lo abstracto
y vas dando pinceladas,
sobre
ese lienzo sutil.
©Margary Gamboa.
JOSUE CALDERÓN
ResponderEliminarUn poema de una terneza abrumadora me ha gustado mucho un placer leer sus letras.
Siempre a sus pies bella dama
Desde Galicia Josue
Gracias. Muy amable Josué.
EliminarUn saludo
Se equivocó la poetisa, se equivocaba, no era la luna la que brillaba sino la pasión de dos enamorados en una noche de luna clara...tus palabras están llenas de seducción al igual que tus sentimientos brotan de tu corazón. Poetisa querida, permiteme hoy mandarte un beso mejor que una flor.
ResponderEliminar¡Oh! Qué bonito Ramón... si al final se va a descubrir a ese poeta que llevas dentro. Gracias por este precioso comentario, es un detalle muy bonito.
ResponderEliminarOtro beso para ti.
Estos versos son un verdadero deleite. Nunca dejes de escribir Margarita, lo haces tan bonito.
ResponderEliminarMis mas sinceras felicitaciones.
Daniel
Gracias por tu visita Daniel, yo también te sigo leyendo.
EliminarSaludos.