A los pies del paraíso
soñé que me cautivabas,
escogí un lugar en concreto
para ofrecerte mi alma,
donde el universos de delirio
se abre bajo tus alas.
Allí me dejé caer
entre edredones de magia
y mil pétalos de ternura
me arropaban.
Mi silencio se hacia
cada vez mas abismal
mientras tu voz
se convertía en balada.
Y tú abarcas mi imagen,
ciñendo mi existencia vana,
donde la luna nunca se esconde
porque la noche no calla
y los rumores del viento
se vuelven versos de nácar.
Margary Gamboa.
Hermosos versos .
ResponderEliminarEstoy en un error ?
Me ha parecido que se trata de un suicidio .
Versos anclados en un paisaje maravilloso.
Espero estar equivocada jajaja .
Tanto si es producto del amor o presagio de muerte , te ha quedado genial .
Besos guapa
Oyendo recitar tus versos de nácar
ResponderEliminaruna caracola sale del agua
para aplaudirte con palmas
por la belleza de esta romanza
que invita a la esperanza.
Un precioso poema, Margary.
Con afecto:
J.Teodoro